ÍNDICE
INTRODUCCIÓN................................................................................... 2
ÉTICA PROFESIONAL Y LA ÉTICA EN LA CONTABILIDAD............. 4
DEFINICIÓN DE LA ÉTICA POR SU OBJETO DE ESTUDIO............... 4
RELACIONES Y DIFERENCIAS ENTRE ÉTICA Y MORAL................. 5
TIPOS DE ÉTICA................................................................................... 7
ÉTICA CRÍTICA..................................................................................... 7
ÉTICA APLICADA (TAMBIÉN LLAMADA NORMATIVA)................... 7
CONCEPTO DE LA CONTADURÍA....................................................... 8
CAPACITACIÓN PROFESIONAL........................................................ 11
CONCLUSIÓN...................................................................................... 14
La ética puede ser analizada etimológicamente, investigando sus raíces lingüísticas. El término ética se deriva de la palabra griega ethos. Parece ser que el primer que usó esta palabra fue el poeta Homero, quien entendía por ethos: “lugar habitado por hombres y animales”. En este sentido primigenio, un pensador contemporáneo, Martín Heidegger, se refiere al ethos como lugar o morada, y por ello dice que la morada o ethos del hombres es el ser. Otra interpretación interesante de la palabra ethos se encuentra en el filósofo griego Zenón de Citio, quien sostiene que el ethos es la fuente de la vida, de la que manan los actos singulares.
La aceptación más conocida y difundida del vocablo ethos se presenta a partid e Aristóteles, ligada a un conocimiento llamado precisamente ética. Según esta aceptación, ethos significa temperamento, carácter, hábito, modo de ser. De acuerdo con el significado etimológica, ética sería una teoría o un tratado de los hábitos y las costumbres.
Una característica del ethos, entendido como conjunto de hábitos y maneras de ser del hombre, es su sentido no natural. En efecto, el ethos según la tradición griega, implica una serie de costumbres adquiridas por hábito y no innatas; el ethos significa una conquista del hombre a lo largo de su vida. En este sentido se dice que el ethos constituye una “segunda naturaleza”. En relación con esto, recuérdese que Aristóteles distingue entre virtudes éticas o morales y virtudes dianoéticas o intelectuales. Las primeras se generan por una repetición de actos y costumbres; en su Ética Nicomaquea Aristóteles dice: “Una golondrina no hace verano, se legan a conquistar por medio de un modo sistemático de vida. Comenta Aristóteles, refiriéndose a las virtudes éticas o morales: “Las virtudes no nacen en nosotros ni por naturaleza ni contrariamente a la naturaleza, sino que, siendo nosotros naturalmente capaces de recibirlas, las perfeccionamos en nosotros por la costumbre. En cuanto a las virtudes intelecturales o dianoéticas, éstas se fundan en una comprensión racional o intelectual de la conducta. Las virtudes intelectuales, dice Aristóteles, deben su nacimiento y desarrollo sobre todo al magisterio o aprendizaje, y por eso requieren experiencia y tiempo.
ÉTICA PROFESIONAL Y LA ÉTICA EN
Definición de la ética por su objeto de estudio.
Toda ciencia tiene un objeto de estudio llamado campo de investigación, Factum (hecho del cual parte), materia de estudio, etc. ¿Cuál es el campo de investigación de la ética? El objetivo de la ética radica en el estudio y comprensión del territorio cultural llamado moral. De acuerdo con esto puede afirmarse que ética es la ciencia filosófica encargada de estudiar o reflexionar sobre la moral. Pero como la moral tiene un carácter humano y social, puede ampliarse esta definición diciendo: La Ética es la disciplina filosófica que estudia el comportamiento moral del hombre en sociedad. Respecto de su carácter filosófico, ya se dijo que la ética es una de las disciplinas filosóficas fundamentales. Algunas ramas de la filosofía se han separado de su tronco, como la psicología. Sin embargo, la ética sigue considerándose como una ciencia filosófica, como parte de la filosofía, pero no de una filosofía metafísica y apriorística desligada de la experiencia y de los fundamentos históricos y concretos que ofrece la cultura.
A fin de explicar un poco más nuestra definición, podemos señalar las siguientes características básicas contenidas en la misma.
1. La ética es una rama o parte de la filosofía.
2. Su campo de investigación es la moral.
3. El fenómeno moral es una creación exclusiva del hombre. Sólo ciertos actos humanos pueden ser calificados de buenos o malos desde el punto de vista de la moral. Solamente el hombre tiene un sentido ético o una “conciencia moral” (dimensión ética de ser humano).
4. Además, y relacionado con el punto anterior, la moral es un fenómeno eminentemente social, puesto que rige o regula la vida del hombre en la sociedad. Ello significa que la moral no tendría sentido para un hombre —si pudiera ser concebido así— que estuviera completamente aislado o desvinculado del medio social, como un Robinson Crusoe.
Relaciones y diferencias entre ética y moral
El objeto de la ética es la moral; esta afirmación permite hacer algunas observaciones sobre las relaciones y diferencias entre ética y moral. Las relaciones que existen entre ellas son obvias: es la relación que guarda una ciencia cualquiera con su objeto de estudio. La ética necesita de la moral para sacar sus conclusiones, para explicarla, para elaborar sus hipótesis y teorías; pero ello no significa que la tarea de la ética consista en inventar o crear la moral. Muy acertadamente el filósofo José Luís Aranguren observa que observa que “profesores de ética olvidan con demasiada frecuencia que la ética no crea su objeto, sino que se limita a reflexionar sobre él”. La ética no puede prescindir de la historia de la moral concreta, pero esto no significa que se pueda confundir con ella. La moral y la ética son diferentes de la misma manera que son diferentes, por ejemplo, la biología y los fenómenos vitales que estudia. Unos son objetos de investigación; la otra (la biología) es una ciencia cuya tarea es precisamente estudiar aquellos fenómenos. De la misma manera debe entenderse la ética: ésta es una ciencia, mientras que la moral es el objeto de esta ciencia. Esto significa que la moral no es ciencia, pero ello no impide que pueda convertirse en el objeto de una investigación científica. Es muy importante reparar en estas diferencias, ya que a menudo se suele afirmar que la moral es ciencia, o bien, utilizar la palabra “ética” como sinónimo de moral. Así, por ejemplo, la expresión ética profesional es equívoca, porque generalmente se refiere a un código moral que debe observar un profesional, y no a una ciencia como es la ética.
Entonces, se debe tener presente lo siguiente: ética es la ciencia de la moral, mientras que la moral es el objeto de estudio de la ética.
Una prueba de que la moral no es una ciencia la constituye el hecho —como señala el maestro Adolfo Sánchez Vázquez en su libro Ética— de que en la historia han aparecido una serie de morales que nada tienen que ver con la actitud científica; morales irracionales y autoritarias. Piénsese, por ejemplo, en las morales rudimentarias de los pueblos primitivos, las cuales se basaban en tabúes y prohibiciones extrañas y muchas veces absurdas. Las sectas religiosas y místicas pueden proporcionar abundantes ejemplos de morales irracionales; por ejemplo, las reglas que prescribía l Escuela pitagórica: abstenerse de las habas, no recoger lo que se ha caído, no tocar un gallo blanco, no mirarse en un espejo fuera de la luz, entre otras. ¿En qué se fundaban estas reglas? Evidentemente, en meros tabúes.
Es la ética propiamente teórica; se encarga de determinar cuáles “opiniones o creencias morales son válidas. Una creencia moral es válida cuando se ha probado que cumple la función de garantizar la felicidad individual y la armonía social; también cuando evita el sufrimiento individual y el daño social”.
A la ética crítica también se le denomina “metaética” en cuanto que consiste en el análisis lógico y epistemológico de los principios éticos. Un ejemplo: “en la ética cristiana se dice que el bien humano es la santidad y éste se alcanza cumpliendo los Mandamientos de
Ética aplicada (también llamada normativa)
Su tarea fundamental “consiste (con base en una fundamentación teórica) en guiar la conducta para decidir cuál es la mejor decisión entre las posibles de realizar en una situación concreta. Es decir, indica al agente moral preocupado por su actuación cuál es su deber y por qué ése; para ello, se estudian los valores las mejores formas de solucionar los problemas morales de la convivencia humana”.
Es preciso señalar que la ética aplicada no es una prédica moral o un “moralismo”, no dice a las personas lo que deben hacer o pensar acerca de lo que es bueno o malo, sino que trata de ajustar los actos a ciertos principios éticos que son fruto de la reflexión y de la fundamentación teórica.
La experiencia de los pueblos que vienen trabajando asiduamente en los tiempos presentes y pasados, por la organización económica de sus instituciones privadas y públicas, a causa del impulso civilizador de la humanidad, han ido llevando su pensamiento y fijaciones concretas respecto de la descripción exacta del valor de sus patrimonios, en forma dinámica. Esa misión dinámica la ha hallado en la ciencia aplicada, llamada Contabilidad, la cual tiene por objeto “registrar los movimientos de valores económicos, llevando su cuenta y razón en forma sistemática y conveniente para facilitar la conducción de actividades administrativas, financieras, comerciales e industriales”. Del examen de estas consideraciones, se infiere la importancia de esta ciencia, advirtiendo la noción de que el progreso social tiene un gran significado en la economía.
Por ello, el estudio y la responsabilidad de los medios y procedimientos dentro de la esfera contable, representan articulaciones de carácter muy valioso dentro de la hegemonía científica.
Dicho así es fácil comprender su influencia para el logro de objetivos socialmente estables de la humanidad.
Ahora bien, objetivando sobre la carrera Contable, sin perjuicio de cuanto se pueda comentar en torno al contenido mismo de la profesión y en proyecciones generalizadas debemos decir que
Los principios básicos de la teneduría de libros son los de partida doble. Conviene aprenderlos de memoria para poder aplicarlos en cualquier momento:
1) No hay deudor sin acreedor ni acreedor sin deudor.
2) Quien recibe debe a quien da.
3) Toda entrada debe ser equivalente a la salida.
4) Las pérdidas son siempre deudoras y las ganancias son siempre acreedoras.
Los dos libros más importantes de una contabilidad sencilla son el Diario y el Mayor. En el Diario se van anotando día a día y en el orden en que se producen, todas las operaciones que realizamos; es un verdadero registro cronológico, pero nada nos dice sobre la situación de la empresa ni sobre sus perspectivas futuras. Esta es la función que cumple el Mayor, que tiene una página para cada cuenta; es un reordenamiento del Diario, y tiene la finalidad de clasificar las operaciones.
El Diario muestra todas las operaciones en el orden en que se van produciendo, sin hacer distingos en cuanto a su finalidad o naturaleza; el Mayor, por el contrario, las divide y clasifica en rubros apropiados.
La penetración hacia las profundidades de los sistemas modernos, resultante de las acomodaciones a las necesidades contables de hoy, es una obligación profesional, debido a la responsabilidad básica a que está abocado el actor, frente a la institución a la cual sirve, cuya magnitud crece o decrece, según el tamaño de la empresa.
En el proceso diario de las funciones del profesional Contable, vale ponerlo de relieve, su ejercicio toma importancia en razón directa con sus conocimientos, estudio, espíritu de superación, actividad mental y motivación. Estos factores primordiales nos hacen entender la conveniencia del dominio, por su parte, de las materias componentes de la carrera, para hacer posible la línea de acción dinámica lograda principalmente por el conocimiento y esfuerzo humanos para la aplicación de planes y procedimientos propiamente eficientes y cualificados.
Ese reconocimiento de la particularidad exitosa del profesional permite explicar que requiere estudio y dedicación regular en el proceso de perfeccionamiento en los objetivos de dominio del área de sus facultades. Tal proceder profesional, a la vez que agrega significación a su carrera, coadyuva a desentrañar los principios subyacentes que conducen a metas definidas.
Ya logrado un objetivo hacia el cual dirigir con firmeza sus pasos, preciso es, para el Contador, buscar los factores completivos de efectos constructores de la profesión. Ellos están en la motivación, como factor de dominio impuesto al profesional que maneja personal subalterno, para la eficaz realización de sus tareas diarias. Es evidente que
Estas condiciones se completan con el adiestramiento, lo que no es otra cosa sino la puesta en práctica de lo aprendido, con sentido de responsabilidad. Es una manera de estar en la profesión de modo capaz, es ejecutar con interés paciente y analista los conocimientos, y cuando éstos no sean suficientes, adquirirlos o reno- varios en las fuentes emanadas de las obras de los autores calificados.
Cabe señalar al respecto, que la función esencial del Contador es “registrar los movimientos de valores económicos”. De ahí la conveniencia de la consagración al adiestramiento haciendo conciencia de sus propias funciones. Y si del Contador depende la dirección que ha de tomar la empresa, si de su sinceridad, lealtad y capacidad técnica deriva la apreciación de la exactitud de un patrimonio cualquiera, se explica que, según centre su acción en la particularización de su profesión, podrá ser considerado este profesional, como un fruto social superior o no.
El Contador tiene como función intelectual operar con la realidad, con arreglo a las esencias y principios de la ciencia, para, de manera responsable, iluminar la administración de empresas en su capital faceta del control de sus balances que le permitan la visualización en los objetivos de progreso empresarial. Su tarea debe conllevar la aprehensión de las Ideas, la destreza y la voluntad puestas al servicio de la captación de lo desconocido, para convertirlo en producto de sus propias decisiones, es decir: la acumulación de contenido de conocimientos en el continente de receptividad intelectual humano.
Los conceptos de bien, la justicia, la felicidad, la conciencia son del dominio común. Y aun cuando tienen una naturaleza difícilmente aprehensible, ejercen sobre el hombre un inmenso poder. ¿En qué reside su fuerza, de dónde proviene su poder mágico sobre la persona? ¿Es capaz nuestra mirada consciente de penetrar en lo profundo de las inquietudes morales de los hombres? Esta vida se puede vivir como sea. Pero también se puede aspirar a vivir una vida buena y digna. ¿Qué vida es, en nuestra consideración, buena y diana? ¿Cuál es el sentido de la vida humana y cómo satisfacer la sed ilimitada del hombre de ser mejor, más puro? A éstas y otras presuntas análogas está llamada a responder la ética, rama antiquísima e interesantísima de la ciencia filosófica.
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