ÍNDICE
INTRODUCCIÓN............................................................................................................... 1
PERFIL DE LAS RELACIONES
INTERNACIONALES RELACIONADO CON LA ÉTICA Y LA MORAL................................................................................................................................ 2
Prohibiciones a los
funcionarios del Servicio Exterior...................................... 2
Valores fundamentales y
principios éticos............................................................ 2
Código de Ética del
Licenciado en Relaciones Internacionales...................... 3
Aspectos Generales......................................................................................................... 3
Deberes del Diplomático.............................................................................................. 6
Campo de trabajo sobre las
relaciones internacionales.................................... 7
CONCLUSIÓN.................................................................................................................... 9
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................. 10
El trabajo que se
presenta a continuación trata del perfil de las Relaciones internacionales
relacionado con la ética y la moral y el campo de trabajo de las relaciones
internacionales, como aplicarlo y ponerlo en práctica en el momento que lo
ejerza.
Cuando la ética se aplica a las relaciones internacionales
se tiende a dejar de lado la objetividad, ya que los gobiernos se sienten obligados
a defender los intereses de sus ciudadanos, sin considerar de ordinario que el actuar
con la mayor objetividad ética sirve a la perfección de la conciencia común de
todos ellos.
Los especialistas en Relaciones
Internacionales o globales son intérpretes culturales donde se destacan por el
análisis de los comportamientos, la comprensión de la cultura empresarial y
general tanto de sus clientes como del país en el que éstos desean realizar
actividades, ya sea como asesor interno o externo y dependiendo del campo en
que se desempeñe.
El relacionista
debe:
·
Contribuir a la consecución de las condiciones morales y culturales.
·
Establecer los modelos y canales de comunicación.
·
Conducirse siempre y en toda circunstancia de un modo que asegure y le
haga merecedor de la confianza de aquellos con quienes entra en contacto.
·
Recordar siempre que la relación que se establece entre su profesión y
el público, su conducta (incluso en la vida privada) afectará al modo en que se
perciba públicamente la profesión en general.
a) Transgredir o violar los
principios y valores establecidos en la Constitución de la República.
b) Intervenir en la política del
país extranjero en que desempeñen sus funciones.
c) Ejercer actividades comerciales,
profesionales o de gestión de intereses privados ajenos o propios en el país
extranjero donde desempeñen sus funciones, exceptuando las labores docentes.
Los funcionarios del Ministerio de Relaciones
Exteriores deberán cumplir los principios y valores que se detallan a
continuación.
-
Lealtad
-
Honestidad
-
Institucionalidad
El profesional de la carrera de Relaciones
Internacionales al igual que otros
profesionales como los de derecho debe guiar su labor profesional a
través de principios éticos o código de ética. Este código de ética a
diferencia del de los de derecho no está en un solo documento oficialmente
aceptado, sino, más bien que debemos recogerlo de las diferentes leyes,
reglamentos y resoluciones que emanan de los poderes del estado.
El Diplomático debe ser leal y veraz y debe
actuar de buena fe, por tanto no efectuara ningún acto fraudulento ni hará en
el ejercicio de sus funciones acciones contrarias a la verdad o que atenten
contra el estado receptor. El diplomático debe cuidar su imagen, tener estilo,
buen gusto y sobre todo ser Cortés.
Debe ser penetrante, instruido, persuasivo y
capaz de descubrir los proyectos en el extranjero, no solo en las palabras y
actos sino también por los gestos y hasta por las expresiones del rostro.
Siempre se deberá Evitar la ofensa, la violencia, la ironía, el doblez, y se
deberá responder siempre con altura. Se expresará con energía si el caso lo
amerita, pero nunca en términos que se alejen del comedimiento que presume el
honroso carácter representativo de que esta investido un diplomático.
De acuerdo con Nicholson, un diplomático debe
de tener las siguientes cualidades:
·
Veracidad, porque contribuye a una buena reputación e intensifica la
credibilidad.
·
Precisión, que implica certeza intelectual y moral.
·
Buen carácter, que implica moderación y sutileza.
·
Paciencia, calma, que permite guardar imparcialidad y precisión.
·
Modestia, para no dejarse envanecer y jactarse de sus victorias y
éxitos.
·
Lealtad, a sus gobiernos y hasta al país que los hospeda.
El diplomático “servirá de ojos y oídos a su
país”, observando e informando sobre los acontecimientos políticos, económicos,
culturales, militares, sociales y judiciales o bien cualquier otro que
considere de interés para su país.
Para un buen diplomático no deben o no
deberían existir circunstancias tales que lleguen a alterar su buen carácter.
La lealtad del diplomático es la lealtad a la
Patria, de quien tiene el honor, el prestigio y la grave responsabilidad de
representar. La lealtad se traduce en el cumplimiento fiel, noble y sin reserva
de las obligaciones adquiridas. Lealtad es honradez, es rectitud, es integridad,
es estima y respeto hacia los demás.
El diplomático debe actuar siempre en función
de la Patria que puso en sus manos su Bandera para que se le ame sobre todas,
para refrescarse a cada instante con su sagrado recuerdo, para santiguarse
todas las mañanas con su nombre. Napoleón bien decía que la primera virtud es
la devoción a la patria.
Los diplomáticos deben confiar en que la
Patria tenga razón, pero con razón o sin ella, están en la obligación de
defenderla. El buen diplomático debe proceder en todas sus actuaciones en forma
sincera, sin tratar de engañar a nadie, así es la única manera en que puede
ganarse la confianza de los demás.
El diplomático debe aprender a esperar, y
esperar con tranquilidad. Fray Luis de Granada decía que a los que tienen paciencia
las pérdidas se les convierten en ganancia, los trabajos en merecimientos y las
batallas en coronas.
El diplomático está obligado para con su país
a responder con su mejor trabajo, con su mayor esfuerzo, con su ejemplar
conducta. El diplomático además del mero deber que se le ha encomendado y ha
aceptado bajo juramento de estricto cumplimiento, recibe un sueldo. El país le
paga para que trabaje a su servicio y no para que se la pase en cama
descansando y buscando la mejor oportunidad para aparecer en un periódico en
alguna crónica social.
Un deber que tiene que tener el profesional
diplomático es la formación académica constante, un conocimiento acertado del
país receptor podría garantizar el éxito de su misión. El estudio y la
preparación son por antonomasia factores que inciden en la capacidad de
resolución de problemas de las personas. Secreto de sus funciones y de Estado
El diplomático debe obtener informaciones por medio lícitos y fuentes oficiales y brindárselas al estado
acreditante, sin embargo deberá guardar estricto secreto sobre las
negociaciones que lleva a cabo con el país receptor hasta tanto se determine su
publicación por el gobierno que representa.
Un negociador hábil no deja penetrar su
secreto antes del momento adecuado; pero es necesario que sepa ocultar este
disimulo a todos aquellos con quienes trata; que les inspire confianza,
dándoles pruebas efectivas de ella en cosas que no sean contrarias a sus
designios, lo que les lleva consecuentemente a responder esta confianza por otros
testimonios recíprocos en casos más importantes. Tenemos pues que existe entre
los negociadores una especie de comercio mutuo de confidencias. Es preciso dar
si se quiere recibir, y el más hábil es el que saca mayor utilidad de este
comercio, porque tiene una visión más amplia para aprovecharse de las
coyunturas que se presentan.
Entre los principales deberes del diplomático
encontramos:
·
Respetar las leyes y reglas del estado receptor.
·
La obligación de no inmiscuirse en los asuntos internos del estado
sede.
·
Debe tratar los asuntos y comunicaciones con el ministerio acordado
previamente.
El diplomático debe poseer dominio absoluto
de sí mismo, su animosidad deber ser tranquila y jamás agitada. Deber evitar a
cualquier costo los tan perjudiciales
arrebatos pasionales. Su norte debe ser la serenidad y la quietud de espíritu.
No debe dejarse arrastrar por sus primeros impulsos, debe de recordar en todo
momento a Teófilo Gautier quien era del parecer que los prudentes han prevalecido
siempre sobre los audaces. La constancia de ánimo es la que le pondrá en
situación favorable sobre los demás. Debe el diplomático reflexionar sobre sus
emociones, sobre sus ideas, sobre sus pensamientos, sobre sus palabras y sobre
sus actos.
El egresado de Licenciado en
Relaciones Internacionales (LRI) podrá desempeñarse:
·
Como representante en organismos internacionales (como Naciones Unidas
o en una organización no gubernamental).
·
Como negociador internacional en un acuerdo, convenio, contrato
político-comercial entre países y/u organismos internacionales.
·
Como enlace entre una empresa y un gobierno en asuntos políticos
internacionales.
·
Como analista político internacional para un medio de comunicación,
organismo, empresa o gobierno que ayude a la toma de decisiones para encontrar
soluciones a temas internacionales.
·
En el área de relaciones públicas y diplomáticas.
·
En empresas internacionales: exportación, importación, investigación
de mercado, turismo, proyectos especiales de una misma empresa en diferentes
países, etc.
·
Como analista en el área de planeación estratégica de una empresa
internacional.
·
En establecer franquicias que se traen de otros países.
·
En tener su propio negocio.
Éxito profesional
Un Licenciado en Relaciones
Internacionales se puede desempeñar como:
·
Embajador
·
Oficial consular
·
Agregado cultural
·
Analista político
·
Consultor de negocios
·
Negociador internacional
·
Consultor de asuntos migratorios
·
Mediador
·
Representante de un organismo internacional
·
Académico
·
Funcionario de Relaciones Exteriores
·
Coordinador de un departamento internacional
·
Entre otros
La ética profesional es de suma importancia
para el profesional, ella exalta los
deberes de un profesional tanto en su área como en la vida, ella lo limita al ejercicio de su profesión, pero también
aporta a que el profesional se guie por un camino de rectitud y buen carácter.
En particular espero que algún día podamos
contar con un código de ética para los diplomáticos dominicanos, por el cual
ellos deban guiarse. A pesar de todo este código deberá ser enseñado en las
universidades y principalmente en la escuela diplomática de la cancillería,
nuestro país a nivel internacional no cuenta con una imagen muy acertada debido
a que nuestros representantes muestran una cultura de mal gusto y poco interés
en las actividades inherentes a sus funciones.
Se puede concluir diciendo que cada
profesional determina de acuerdo a su formación cuando éticamente debe hacer
las cosas. Al estos deberes no ser coercitivos, no son cumplidos en la mayoría
de los casos y debemos empezar a educar en valores desde la escuela básica,
media y todavía más aun en la educación superior que es donde se perfila un
buen profesional.
Silié,
Gatón, Ética Profesional. Editorial Santo Domingo. Santo Domingo, Rep.
Dominicana. 1961.
Morales Lama, Manuel. Diplomacia contemporánea, Segunda edición 2008.
Convención de Viena sobre relaciones Diplomáticas, 18 Abril del 1961.
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