martes, 4 de diciembre de 2018

TIPOS DE PRÁCTICAS DOCENTES


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN......................................................................................... 1
TIPOS DE PRÁCTICAS DOCENTES........................................................... 2
Evolución de la práctica docente.................................................................. 2
El enfoque tradicional................................................................................... 2
El enfoque constructivista............................................................................ 2
El enfoque constructivista-crítico................................................................. 2
Análisis de la práctica docente..................................................................... 3
Líneas de análisis........................................................................................ 3
Funciones de las prácticas de formación................................................... 4
Diferentes perspectivas de la reflexión sobre la práctica docente................... 4
CONCLUSIÓN............................................................................................. 8
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................ 9

 

El trabajo que se presenta a continuación habla de los tipos de prácticas docentes.

La práctica docente es el estudio de la didáctica, y el espacio empírico para contrastar las teorías sobre las prácticas de aula y a su vez, corresponde realizar desde ellas una permanente reflexión.

El docente se presenta como un profesional con dominio de saberes complejos capacitado para tomar decisiones en un contexto concreto a través de distintos elementos en su práctica docente. Una práctica, no se limita a su dimensión operatoria y ésta tampoco se limita a la obtención de un resultado, sino que supone igualmente la identificación de elementos que conforman la producción de ese resultado, el proceso de transformación de lo real.
Durante mucho tiempo se consideró que el aprendizaje de una práctica, se podía realizar a través de la imitación de quienes eran experimentados en la misma. Los avances teóricos y la mayor comprensión de los problemas que pueden presentarse en el ejercicio de una práctica dieron lugar a la formación teórica necesaria para diversos desempeños.
El enfoque tradicional propiamente dicho y el tecnocrático suponía que era suficiente que un futuro práctico aprendiera primero los conocimientos que fundamentan una práctica y que después realizara el ejercicio supervisado de la misma. Subyace una concepción del práctico como técnico u operario que debe saber emplear los conocimientos producidos por los teóricos, al igual que considera que hay una sola manera de hacerlo y que no está atravesada por la subjetividad del actor.
La racionalidad técnica no ha podido explicar cómo se toman decisiones en situaciones prácticas caracterizadas por la incertidumbre, la singularidad, los conflictos de valores. Es necesario que el práctico reconozca y evalúe la situación y a partir de conocimiento elabore nuevas respuestas para cada situación profesional. La racionalidad práctica representa entonces una concepción constructivista de la misma.
En las últimas tres décadas comienza un significativo desarrollo teórico y de programas de investigación en los cuales se asume que es imposible actuar sin pensar. Los conceptos de Schön de conocimiento en acción, reflexión en acción y reflexión sobre la acción y sobre la reflexión en acción permiten comprender el proceso de construcción del conocimiento profesional y superar la concepción clásica de reflexión, limitada a procesos de evaluación, planificación y toma de conciencia de los procesos cognitivos realizados. En el mismo sentido Stenhouse comparte estos enfoques al enfatizar la necesidad de que el docente se convierta en un investigador en el aula, destacando el carácter constructivista de la acción docente, al considerar al profesor como un profesional reflexivo quien construye su propio conocimiento profesional. Tanto el enfoque práctico o hermenéutico-reflexivo, como el crítico (Schön) y el de la complejidad Morin surgen en oposición a la manera tradicional y tecnocrática de entender la práctica y de orientar su aprendizaje.
Para efectuar el análisis de la práctica de aula es preciso visualizar las dimensiones que se constituirán en una guía para dicho análisis.
En particular desde una concepción constructivista del aprendizaje y la enseñanza,4​ se entiende que:
"Aprender supone construir y reconstruir de forma personal representaciones del mundo asociadas a la cultura de un cierto grupo social, y enseñar supone ofrecer ayudas lo más ajustadas posible que guíen y orienten ese aprendizaje."5​ p. 260)
Existen varias líneas de análisis de la práctica docente, entre ellas:
·        Intenciones educativas (planificación).
·        Ajuste entre las actividades y tareas propuestas a lo largo de la secuencia de enseñanza.
·        Uso autónomo y autorregulado de los contenidos.
Para ser comprendidas las prácticas de formación se pueden distinguir tres grandes grupos:
·        Las formaciones certificantes y calificantes, aseguran a los individuos que ellas conllevan un cambio de su posición social o profesional.
·        La formación de inserción social o profesional que le permite a los implicados ocupar una posición en un campo en el cual en el cual no estaban presentes.
·        Las formaciones de desarrollo (mantenimiento, reciclaje, perfeccionamiento) que aseguran a los implicados un aumento de sus competencias, eficacia o dominio en una posición. ​
Existen muchos cambios y retos en la educación hoy en día, convirtiendo mi labor docente más compleja y con un mayor compromiso por mi parte, como consecuencia se me exige una profesionalización laboral mediante acciones que reflejen mejorías en mis prácticas. Aunque estas acciones están influidas por diferentes factores que se reflejan en la práctica, como pueden ser: la formación docente, la experiencia, el conocimiento, las creencias, entre otras cosas.
Los factores anteriores se reflejan en las estrategias de enseñanza que el maestro emplea en su grupo, de ello Pozo destaca (2006, p. 419) "la importancia de las concepciones de los profesores –implícitas y explícitas- como guía de su práctica". Aunque en ocasiones es necesario que el docente cambie sus percepciones sobre la enseñanza para realizar de manera eficaz su labor como facilitador, para ello debe comprender y reflexionar lo que hace en aula. Este proceso es complejo, de hecho Pozo (2006, p. 428) comenta que "lo más difícil del cambio no es tanto poner en marcha nuevas prácticas, sino modificar las ya existentes.", unos instrumentos que Pozo (2006, p. 429) sugiere para el apoyo del análisis de la práctica son "la escritura de diario, el análisis de casos, la grabación y posteriormente revisión de situaciones reales de práctica".
Para lograr este cambio en las concepciones de los maestros sobre la enseñanza debemos retomar la reflexión sobre la práctica y para ello existen diferentes teorías de autores sobre la manera de lograr grandes cambios en mi práctica y la que se me ha hecho más interesante ha sido la idea del autor Donald Schön de ser un "práctico reflexivo", ya que este nuevo papel me permite desarrollar una mejor comprensión del "conocimiento en la acción", convirtiéndome en un investigador en el contexto práctico y no teórico, considerando a la práctica como una clase de investigación. En esta reflexión en la acción, existe una interacción entre el saber y el hacer, la teoría y la práctica y yo como maestro tengo una función más profesional, siendo un "práctico reflexivo".
Donald Schön, difiere la reflexión en la acción y la reflexión sobre la acción, en la primera nos comenta el autor que es algo difícil de realizar debido a que hay poco tiempo para pensar y reflexionar, pero para la segunda es desarrollar una capacidad para tratar de prever ciertos acontecimientos antes de la clase y reflexionar sobre lo que aconteció para hacer modificaciones y lograr una mejora de lo ya hecho.
Para atender a esta función debo reflexionar sobre lo qué es la práctica educativa y para entenderlo y explicarlo remitiré a Perales (2006), que también considera a la práctica pedagógica como una situación compleja porque el docente debe realizar procesos reflexivos para valorarla, y esto requiere que el maestro modifique, articule y reorganice sus acciones cotidianas llevando a cabo una transformación en la forma de concebir y comprender su hacer, haciéndolo complejo.
Esta práctica educativa se dará cuando yo sea capaz de realizar una reflexión acerca de mi quehacer diario y de lo que surge en el aula, dando pie a la investigación de mi labor, pudiendo así realizar la investigación-acción durante mi trabajo. Este hecho resultará adecuado cuando pueda determinar en qué momento me es conveniente intervenir y poder teorizar sobre ello, observando y analizando desde adentro mi labor educativa.
Otra manera en que el docente puede contribuir a la educación, es mediante la implementación de la investigación-acción, que Boggino N. y Rosekrans, K. (2007, p 32) lo definen como "un proceso de indagación y análisis de lo real en el que se procede a una reflexión y actuación sobre las situaciones problemáticas con objeto de mejorar la práctica pedagógica y la calidad educativa." Este proceso es muy favorecedor para el docente ya que lo lleva a una reflexión, que se orienta a una mejora de la calidad educativa, tiene el fin de crear conocimiento colectivo y se orienta hacia la generación de procesos de reflexión crítica.
La reflexión es una de las tareas más complejas y fundamentales, porque a través de ella transformaría la totalidad del sistema de mi práctica educativa. Logrando cambios significativos en mi tarea docente: reconstruirme como profesional, adquiriendo conciencia sobre mi papel y sobre mis estrategias empleadas para enseñar, teniendo como consecuencia una resignificación de mi práctica educativa.


La docencia es la realización de la enseñanza. Los maestros y profesores son los docentes del sistema educativo de una nación.

Para que un docente trasmita sus conocimientos a un grupo de alumnos es necesario que previamente haya adquirido un profundo conocimiento sobre una materia. El proceso de adquisición de una disciplina es lento y principalmente teórico, ya que en las universidades se realizan pruebas para comprobar el nivel adquirido y no importa tanto la capacidad de transmisión de los mismos. El momento de la transmisión o comunicación de una materia se realizará cuando el profesor se encuentre en un aula. En esta situación hablamos propiamente de la práctica docente.

Como cualquier otra profesión, ejercer la práctica docente requiere de ciertas cualidades, tanto personales como profesionales. En primer lugar, es necesario conocer profundamente la materia que se va a impartir. Este requisito es indispensable, pero sin lugar a dudas no es el único. En segundo lugar, es muy conveniente tener destreza a la hora de la comunicación; sobre todo si se tiene en cuenta que el alumno puede no tener una inclinación especial con respecto a ciertas asignaturas.





·        San Jurjo (coord.) et al, Liliana (2009). Los dispositivos para la formación en las prácticas profesionales. Rosario (Santa Fe, Arg.): Homo Sapiens Ediciónes.

LA INFLACIÓN


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN......................................................................................... 1
LA INFLACIÓN............................................................................................ 2
Concepto..................................................................................................... 2
Causas de la Inflación.................................................................................. 2
¿Cómo se detiene la inflación?..................................................................... 3
La tasa de inflación y su medición................................................................ 3
Crecimiento del 2014 a junio del 2018 en República Dominicana.................... 4
CONCLUSIÓN........................................................................................... 16
BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................... 17

 

El trabajo que presentamos a continuación trata sobre la Inflación, su concepto, tipos y formas de calcularla así como su crecimiento en República Dominicana durante el período comprendido entre 2014 y 2018.
La inflación es el aumento generalizado y sostenido del nivel de precios existentes en el mercado durante un período de tiempo, a periodo de un año. Cuando el nivel general de precios aumenta, con cada unidad de moneda se adquieren menos bienes y servicios. Es decir, que la inflación refleja la disminución del poder adquisitivo de la moneda: una pérdida del valor real del medio interno de intercambio y unidad de medida de una economía. Una medida frecuente de la inflación es el índice de precios, que corresponde al porcentaje analizado de la variación general de precios en el tiempo (el más común es el índice de precios al consumidor).
Los efectos de la inflación en una economía son diversos, y pueden ser tanto positivos como negativos. Los efectos negativos de la inflación incluyen la disminución del valor real de la moneda a través del tiempo, el desaliento del ahorro y de la inversión debido a la incertidumbre sobre el valor futuro del dinero, y la escasez de bienes. Los efectos positivos incluyen la posibilidad de los bancos centrales de los estados de ajustar las tasas de interés nominal con el propósito de mitigar una recesión y de fomentar la inversión en proyectos de capital no monetarios.


La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un país. Para medir el crecimiento de la inflación se utilizan índices, que reflejan el crecimiento porcentual de una canasta de bienes ponderada. El índice de medición de la inflación es el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Este índice mide el porcentaje de incremento en los precios de una canasta básica de productos y servicios que adquiere un consumidor típico en el país.

Existen otros índices, como el Índice de Precios al Productor, que mide el crecimiento de precios de las materias primas.


Existen tres tipos de inflación:

Inflación por consumo o demanda. Esta inflación obedece a la ley de la oferta y la demanda. Si la demanda de bienes excede la capacidad de producción o importación de bienes, los precios tienden a aumentar.

Inflación por costos. Esta inflación ocurre cuando el precio de las materias primas (cobre, petróleo, energía, etc.) aumenta, lo que hace que el productor, buscando mantener su margen de ganancia, incremente sus precios.
Inflación autoconstruida. Esta inflación ocurre cuando se prevé un fuerte incremento futuro de precios, y entonces se comienzan a ajustar éstos desde antes para que el aumento sea gradual.

Inflación generada por expectativas de inflación (circulo vicioso). Esto es típico en países con alta inflación donde los trabajadores piden aumentos de salarios para contrarrestar los efectos inflacionarios, lo cual da pie al aumento en los precios por parte de los empresarios, originando un círculo vicioso de inflación


Para detener la inflación, los bancos centrales tienden a incrementar la tasa de interés de la deuda pública. De esta manera se incrementan las tasas de interés en los préstamos al consumo (tarjetas de crédito, hipotecas, etc.). Al aumentar las tasas de interés del consumo, se frena la demanda de productos.

El lado negativo de este control es que al frenar la demanda de productos, se frena a la industria que los produce, lo cual puede llevar a un estancamiento económico y desempleo.


Para calcular la tasa de inflación de un país se calcula la tasa de crecimiento de un índice de precios.

Un índice de precios es una media ponderada de un conjunto de precios cuyo valor es igual a 100 en el periodo base.
¿Qué índices de precios utilizamos para medir la inflación? Los más utilizados son:
        El IPC (índice de precios al consumo)
        El deflactor del PIB
        El deflactor del consumo privado
         Formas de calcular la inflación:
        Tasas de crecimiento interanuales
        Tasas de crecimiento intermensuales
        Tasas de crecimiento acumuladas

El IPC representa el coste de una cesta de bienes y servicios representativa de una economía doméstica

La información del IPC se muestra desagregada en 12 grupos, lo que permite saber qué bienes y servicios han sido más inflacionistas y cuáles menos

La importancia de cada grupo de precios dentro del IPC depende de la importancia relativa que tienen dichos bienes en el gasto habitual de las familias.


La inflación del año 2014, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), alcanzó 1.58%, la menor de los últimos treinta años e inferior en más de dos puntos porcentuales al 3.88% registrado en igual período del año 2013.


El resultado de la inflación, estuvo influenciado en gran medida, por las bajas presiones inflacionarias de origen externo. En efecto, la caída en los precios del petróleo y por ende en los precios internos de los combustibles y del gas licuado de petróleo, así como en algunos servicios de transporte, ha repercutido favorablemente en el presupuesto familiar, ya que el ahorro en estos rubros genera holgura para satisfacer otras necesidades de los hogares.

Si se analiza en detalle el resultado de la inflación acumulada del año 2014, según los grupos de bienes y servicios, se puede observar que la variación de precios experimentada por los Alimentos y Bebidas No Alcohólicas (7.05%) fue neutralizada en gran medida por la caída en el IPC de los grupos Transporte (-5.80%) y Vivienda (-2.54%). En ese tenor, cabe destacar que los precios promedio de la gasolina regular, gasolina premium, gasoil y gas licuado de petróleo (GLP) registraron disminuciones acumuladas de 25.2%, 21.8%, 23.0% y 19.2%, respectivamente, durante los últimos cinco meses del año (agosto-diciembre 2014).

Resulta importante subrayar que la inflación subyacente0 F1, es decir, aquella que está asociada a las condiciones monetarias cerró el año en 2.97%, similar a la inflación promedio de doce meses de 3.00%, la cual se mantuvo en torno al límite inferior del rango meta de 4.5% ± 1% contemplado en el Programa Monetario de 2014.

La inflación del año 2015, medida a través de la variación anualizada del IPC fue de 2.34%, influenciada en gran medida por las bajas presiones inflacionarias de origen externo, principalmente por la notable caída en los precios internacionales del petróleo, en un entorno en que la política monetaria estuvo focalizada en mantener niveles de liquidez consistentes con la meta de inflación de 4.0%±1.0% establecida en el Programa Monetario para el año 2015.

En cuanto a la inflación subyacente, la misma concluyó el año 2015 en 1.82%, la menor tasa observada para un cierre anual en los últimos quince años. Este indicador mide las presiones inflacionarias de origen monetario, aislando los efectos de factores exógenos, al excluir del IPC general algunos bienes agropecuarios cuyos precios tienden a ser volátiles, las bebidas alcohólicas, el tabaco, los combustibles y los servicios administrados y de transporte, permitiendo de esta forma extraer señales más claras para la conducción de la política monetaria.

En sentido general, los resultados de la inflación del año 2015 muestran que el grupo Alimentos y Bebidas No Alcohólicas registró una variación acumulada de 7.89%, producto de la severa sequía que afectó la actividad agropecuaria durante el año 2015, considerada la más intensa desde el año 1997 a la fecha. Vale señalar que el impacto inflacionario del aumento en los precios de los bienes alimenticios fue atenuado parcialmente por la disminución de 3.56% observada en el grupo Transporte, dada la caída experimentada en el precio de los combustibles durante el año recién finalizado.
Es importante destacar los artículos de mayor incidencia en el crecimiento del índice del grupo Alimentos y Bebidas No Alcohólicas durante el año 2015, los cuales corresponden a alimentos de origen agropecuario que fueron afectados por la sequía, y por tanto, registraron aumentos en sus precios promedios: plátanos verdes (39.66%), yuca (73.29%), guineos verdes (50.18%), plátano maduro (38.24%), habichuelas rojas (13.83%), yautía (63.29%), guandules verdes (18.39%), aguacates (25.81%), naranjas (24.64%), ñame (37.94%), habichuelas negras (31.30%), auyama (18.33%), frutas estacionales (15.46%), berenjena (12.51%), guineo maduro (17.05%), piña (19.55%), limón agrio (12.31%), zanahoria (23.73%) y naranja agria (18.74%).

La inflación del año 2016, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), alcanzó 1.70%, resultando ser la segunda inflación más baja en los últimos 33 años, al tiempo de que por tercer año consecutivo, se mantuvo por debajo del límite inferior de la meta establecida en el Programa Monetario de 4.0% (± 1.0%).

En cuanto a la inflación subyacente interanual, la misma se colocó en 1.89% al cierre del año 2016. Este indicador mide las presiones inflacionarias de origen monetario, aislando los efectos de factores exógenos, al excluir del IPC general algunos bienes agropecuarios cuyos precios tienden a ser volátiles, como son las bebidas alcohólicas, el tabaco, los combustibles y los servicios administrados y de transporte, permitiendo de esta forma extraer señales más claras para la conducción de la política monetaria.

Al analizar la inflación total de 1.70% del año 2016, el 83.6% de la misma se produjo por las variaciones anuales de 5.43% y 4.97% en los índices de los grupos Transporte y Vivienda, respectivamente. Incidieron además en los resultados anualizados las alzas que se registraron en los índices de los grupos Educación (5.13%), Salud (3.90%) y Bienes y Servicios Diversos (2.74%). En cambio, el índice del grupo de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas experimentó una variación de -2.41% durante el año 2016, contrarrestando parcialmente los aumentos en Transporte, Vivienda y demás grupos, lo que contribuyó a que la inflación del año no fuese mayor. Vale puntualizar, que la evolución de los precios de los bienes alimenticios durante el año resulta cónsona con la recuperación de la actividad agropecuaria, luego de la severa sequía que afectó el país en 2015.
La inflación anual, medida desde diciembre 2016 hasta diciembre de 2017, a través de la variación del índice de precios al consumidor (IPC), concluyó el año en 4.20%, en torno al valor central del rango meta de 4.0%±1.0% establecido en el Programa Monetario.

En cuanto a la inflación subyacente interanual, la misma se ubicó en 2.36% al cierre de 2017. Este indicador estima las presiones inflacionarias de origen monetario, aislando los efectos de factores exógenos, al excluir del IPC general algunos bienes agropecuarios cuyos precios tienden a ser volátiles, las bebidas alcohólicas, el tabaco, los combustibles y los servicios administrados y de transporte, permitiendo de esta forma extraer señales más claras para la conducción de la política monetaria.

El análisis de la inflación total del año 2017 (4.20%), revela que el 72.5% de la misma fue resultado de las variaciones anuales de 5.52%, 5.25% y 5.85% en los índices de los grupos Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, Transporte y Vivienda, respectivamente. En este sentido, el 22.62% de la inflación anual se debió a los aumentos registrados en los precios de las gasolinas regular (10.37%), Premium (8.54%), el gasoil (12.23%), el gas licuado de petróleo (GLP) (19.44%) y el kerosene (15.79%). En menor medida incidieron los grupos Educación (5.06%) y Bienes y Servicios Diversos (3.07%).


El comportamiento del grupo Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, que registró una inflación de 5.52% durante el año 2017, se explica principalmente por los aumentos de precios acumulados del plátano verde (67.11%), el cual representó más de la mitad (53.74%) de la inflación de este grupo y aportó casi la quinta parte (19.20%) de la inflación general del año 2017, los mismos estuvieron marcados por una mayor aceleración durante el trimestre octubre - diciembre de 2017, debido tanto a factores estacionales típicos de esta época del año, como a los daños ocasionados en las plantaciones agrícolas de este rubro, especialmente en la Línea Noroeste, producto del paso por el país de los huracanes Irma y María en el mes de septiembre de 2017.

La inflación del período enero-marzo de 2018 fue de 0.55%. Con este resultado la inflación anualizada, es decir medida desde marzo 2017 hasta marzo de 2018, se ubicó en 3.91%, cifra situada en torno al valor central del rango meta de 4.0%±1.0% establecido en el Programa Monetario.


En cuanto a la inflación subyacente, la misma registró una tasa interanual de 2.57% en el mes de marzo de 2018. Este indicador estima las presiones inflacionarias de origen monetario, aislando los efectos de factores exógenos, al excluir del IPC general algunos bienes agropecuarios cuyos precios tienden a ser volátiles, las bebidas alcohólicas, el tabaco, los combustibles, y los servicios administrados y de transporte, permitiendo de esta forma extraer señales más claras para la conducción de la política monetaria.

El análisis de los resultados de la inflación acumulada durante el primer trimestre de 2018 muestra que los grupos de bienes y servicios con mayor crecimiento acumulado fueron Transporte (0.97%), Alimentos y Bebidas No Alcohólicas (0.52%), Salud (1.30%), Bebidas Alcohólicas y Tabaco (2.17%), y Recreación y Cultura (1.69%), explicando el 91.5% de la inflación del período.


El comportamiento verificado en el índice del grupo Transporte se deriva principalmente del aumento del petróleo West Texas Intermediate (WTI) en 27.2% interanual a marzo de 2018, ubicándose en US$62.7 por barril, repercutiendo sus efectos en los precios internos de los combustibles, especialmente de las gasolinas y el gasoil. Asimismo, han incidido los incrementos en los precios de los vehículos de motor y en las tarifas de algunos servicios de transporte terrestre.

En este sentido los aumentos de precios de mayor relevancia en este grupo se registraron en la gasolina regular (4.17%), y premium (4.11%), gasoil (3.16%), automóviles (2.15%), servicios de transporte terrestre interurbano (0.60%) y motocicletas (0.97%). Las reducciones que reflejaron los precios de los pasajes aéreos (-21.57%) y del gas licuado para vehículos (GLP) (-4.55%), contribuyeron a que la variación de este grupo no fuera de mayor magnitud.



Como se ha podido ver, en una economía de mercado los precios de los bienes y de los servicios están sujetos a cambios. Algunos aumentan y otros disminuyen. Se habla de inflación cuando se produce un aumento generalizado de los precios que no se limita a determinados artículos. Como resultado, pueden adquirirse menos bienes y servicios por cada peso, es decir, cada peso vale menos que antes.
En el cálculo del aumento medio de los precios, algunos artículos en los que se gasta más —como la electricidad— tienen una ponderación mayor que otros en los que se gasta menos —como el azúcar por ejemplo.
Cada familia tiene sus propios hábitos de consumo: algunas disponen de automóvil y comen carne, y otras sólo viajan en transporte público y son vegetarianas. Los hábitos de consumo medios del conjunto de las familias determinan el peso de los distintos bienes y servicios en el cálculo de la inflación.
Para calcular la inflación se tienen en cuenta todos los bienes y servicios que consumen las familias, incluidos:
Artículos de consumo diario (como los alimentos, el periódico o la gasolina);
Bienes de consumo duradero (como las prendas de vestir, los ordenadores o las lavadoras); y
Servicios (como la peluquería, los seguros o el alquiler de vivienda).



·        Banco Central de la República Dominicana. Informe de la economía dominicana período 2014 – 2018. https://www.bancentral.gov.do/

·        https://www.rankia.com/blog/ipc/3420234-que-como-mide-inflacion

·        https://www.economia.com.mx/inflacion.htm

·        https://revistas.intec.edu.do/index.php/ciso/article/view/Artic15